Hoy he ido a la escuela. Me he escondido de mis compañeros. En la prepa a un costado de los talleres de refrigeración y un que otro laboratorio que no alcance a distinguir. Frente al departamento de deportes y justo frente a la playa, playa que contaminada reflejaba una radiantes que me hizo sentir cómodo, como si augurara que este día seria diferente a los demás en los que he estado como topo. Y yo no soy el topo, yo no soy el espía que se debería de imaginar.
Las secretarias de Tecnológico me recomendaron volver en 30 minutos por el documento que solicite. Acto seguido me fui a donde les confieso, a perder ese “breve” lapso de tiempo, acompañado de una botella de agua de 600 ml. Solo ella y yo y observando a la pasadera de gente, Estaba frente al estacionamiento, estaba frente a todo eso a la vez. Un tipo muy molesto, orgulloso de su carro y sintiéndose el peor fanfarrón que aun no había quedado en el camino, como la extinción de los dinosaurios. A su lado su lamebotas, que tal vez le soportaba todo por los privilegios de no andar a pata. Se podía ver como amaba su carro, tal vez su única manera para ligar y llevarse a “chavitas” de raite con otro propósito del mismo bachillerato, será lo que sea, muy grotesco a mi vista.
Paso el tiempo, me fui de carrerita y casi como topo, a la expectativa de no ser cachado por mis compañeros ni por maestros. Me senté en la sala de la dirección. Una sala de muy mal gusto, improvisada a ultimo omento por motivo del 25 aniversario de
En eso que entra mi única compañera, bien despistada como ella, a
La secretaria se incorporo a sus labores, para tal momento, después de 1 hora casándola, pues que me doy cuenta de que ya tenia el tercer lugar en la cola. Los atendió muy rápido, y ya pase yo por mi acometido.
Llego a casa de mi padre, después de un poco más de una semana de no haberme parado por una que otra razón que ahora veo inverosímil, pero que tal vez le di n peso exagerado. Lo reconozco, se llevar las cosas a puntos estratosféricos. Lo encuentro huraño, molesto por la influencia de otras personas, por la acciones de las mismas, enojado, me regaña, me manda a la cocina a que le haga el desayuno mientras va al banco. No tardo ni un minuto cuando ya estoy atendiendo los menesteres que me ordeno, y cavilo… Eso si es control, y mas en como decirle a su hijo, “metete a la cocina y has lo tuyo”. Y se queja aun. Desayunamos muy bien, eso si, ya tenia rato que no lo hacia así, terminamos exhaustos de tal. Se contento, platicamos, todos sus corajes se hicieron nada, Dormí, desperté, y termino esto.
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