14 de agosto de 2007

Los mejores dias

Hoy es martes, y como parte de la perseverancia, mas bien intentaba poner insistencia, aqui estoy vaciando estas ideas. Sabemos que se puede hablar de todo, hasta de lo mas insignificante y los mas pequeño. Desgajar de algo cientos y miles, y porque no, millones de palabras.

Llevo 5 días consecutivos sin salir al mundo exterior. La verdad no me causa mucha emoción saber de lo que me estaré perdiendo. Lo que si es seguro es que estoy echando nuevamente a la desidia mis labores como universitario. No quiero que me juzguen por esta auto-adjudicación. Se muy bien que mi necesidad de estar matriculado en alguna escuela surgió hace poco mas de un año en mi extensa ociosidad, cosa que al parecer esta semana he vuelto a tener.

El caso es que hoy es martes, uno de mis días favoritos, igual que el viernes, tal vez este ultimo nos de la sensacion de que la tormenta de los días truculentos de las jornadas ha terminado, y es una especie de previo a que ya todo esta pasando y que mejorara para los idas subsecuentes.

Analizando... Tal vez el martes me agrade tanto porque me hace pensar que ya de el primer paso, o sea, ya voy en el segundo de la semana. Aunque si me pongo a pensar, ¿Cual es el gran reto o aquello desafiante que estoy logrando retar? Creo que mis conclusiones serian realmente decepcionantes pues hasta ahorita no hay nada.

El domingo para todos les parece depresivo, tal vez sea porque el periodo de estar de flojos tiradotes en la cama se les acaba. O por que la pequeña aventura del fin de semana también ha terminado su vida. Esa pequeña salida con los amigos, son los sobrinos, ese intenso break con la pareja o incluso de hasta curarse la cruda.

El domingo es como volver a la realidad, es decir, que nos dice que se acabo la temporada del ocio y reavivarnos con los retos y los desafíos que nos esperan los nuevos días. Solo algo a lo que debo de llegar... Creo que para mi todos los dias son iguales, con una mezlca de todo y una esencia de nada. Con cargas de preocupación exogena e inmutables sentidos de comodidad masoquista.

Al momento de terminar esto, una ola de vértigo me ataca, de pánico, de ansiedad, de energia que me hace estar inquieto.

"Hoy planeare mis deberes y obligaciones para emerger"

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